¿Sientes que no progresas al nadar? En ese caso, no te pierdas nuestro artículo donde te revelamos cuáles pueden ser los motivos y cómo solucionarlo.
Por qué no progresas al nadar
Ser demasiado impaciente
Uno de los principales motivos es ser impaciente y realizar entrenamientos muy exigentes.
Lo ideal es que no comiences realizando series, sino que nades lento trabajando la técnica y la brazada.
Mantener la respiración retrasada
Uno de los principales fallos es que la entrada de las manos sea de tipo cruzado. De este modo, el cuerpo hará un movimiento de “s” y se generará una mayor resistencia y cansancio.
Nadar con los codos bajos
Es un fallo que se comete cuando nadamos a crol. Este hecho dificulta la técnica y el nado. También puede provocar consecuencias más graves para tu salud.
Excederte con los metros
Tu cuerpo necesita descanso para asimilar el trabajo y volver a rendir al máximo en sesiones posteriores. Si no respetas este periodo de recuperación, es altamente probable que termines lesionado.
En caso de que seas principiante, no incrementes más de 200 metros cada tres sesiones nadando. Aprende a escuchar a tu cuerpo para asegurarte de que responde bien a la nueva distancia.
No prestar atención al calentamiento ni a la vuelta a la calma
Tanto el calentamiento como la vuelta a la calma son dos partes fundamentales dentro de un entrenamiento. Si te las saltas, no rendirás igual y tendrás que parar los entrenos durante un tiempo por la aparición de alguna lesión o molestia.
No hidratarse
Existe la tendencia a pensar que durante la natación, al ser un deporte de agua, no es necesario beber. Sin embargo, la temperatura del cuerpo aumenta y debemos regularla para reponer la pérdida de líquido.
Lleva siempre una botella de agua y en caso de entrenamientos muy exigentes puedes recurrir a alguna bebida isotónica.
No trabajar la técnica
La técnica es algo que debes trabajar en todo momento. Aunque dediques algunas sesiones específicas, también debes prestar atención a los gestos y posturas mientras entrenas.
No cambiar de estilo
No nades siempre a crol. Intenta combinar varios estilos en tus sesiones de entrenamiento. Además, seguro que te resultan mucho más amenas y divertidas.
Repetir los mismos entrenamientos cada semana
Si siempre realizamos los mismos entrenamientos cada semana, entraremos en un periodo de estancamiento. Esto es algo que ocurre casi con cualquier deporte.
En caso de que desees mejorar, tus sesiones deben ser variadas.
No utilizar las piernas
Especialmente los principiantes tienden a concebir la natación como un deporte en el que solo trabajan los brazos. Sin embargo, las piernas se encargarán de proporcionarte parte de la propulsión.
Si notas que vas demasiado despacio y te cuesta ir más rápido, es probable que no estés utilizando las piernas correctamente. Asegúrate también de mantener una posición lo más tumbada posible.
Cruzar los brazos bajo el agua
Presta atención a la trayectoria de tus manos debajo del agua. En caso de que vaya cruzada hacia el lado contrario de la cadera, realizarás una menor fuerza por brazada. Esto se debe a que el principal músculo que trabaja durante el nado es el pectoral y no el dorsal.
Es probable que algunos de los casos que hemos expuestos sean los principales motivos por los que no progresas al nadar. Recuerda trabajar la técnica y en caso de que necesites un reajuste en tu plan de entreno, acude a un profesional.
Si quieres especializarte en Entrenamiento y Fitness, esta es la formación online en deporte que estabas buscando.
Si te ha parecido interesante este post y quieres ampliar conocimientos o promocionar en tu profesión te animamos a leer otros post sobre entrenamiento personal en nuestro blog.
Recuerda que en EFAD ofrecemos una formación específica en Dirección y Gestión del Deporte, Entrenamiento y Fitness y Nutrición Deportiva, puedes consultar toda nuestra oferta formativa en nuestra web: www.efadeporte.com
No hay comentarios