Aún hoy, existe la creencia entre las mujeres que si hacen entrenamiento de fuerza van a desarrollar mucho músculo. Es cierto que ayuda al crecimiento muscular, pero no quiere decir que vayan a ser como el de un culturista. Es por ello que un entrenador personal ha de tener la capacidad de transmitir los beneficios para la salud, que aporta este tipo de entrenamiento.
Qué es el entrenamiento de fuerza
Básicamente, es hacer ejercicio físico que emplea resistencia en forma de peso corporal o pesos externos para ayudar a mejorar la fuerza y el crecimiento del músculo esquelético total (músculos unidos a un tendón o hueso o músculos que se pueden ver).
En ocasiones, puede ser difícil saber cómo empezar. Hay cuestiones de seguridad a tener en cuenta y una amplia gama de equipos que puede que el cliente no sepa muy bien cómo han de utilizarse de manera apropiada. Sin embargo, no es tan complicado como parece, especialmente cuando conoces los fundamentos del entrenamiento de fuerza.
Ventajas del entrenamiento de fuerza
Este tipo de entrenamiento, que incluye algo de resistencia para probar y hacer crecer sus músculos, se ha de incluir en los entrenamientos, independientemente de la condición física de un cliente. Necesitas explicarle cómo puede ayudarle. Por ejemplo:
- Los músculos son más densos en energía que la grasa. Cuantos más músculos tengas, más calorías quemarás a lo largo del día. El entrenamiento de fuerza es una buena manera de entrenar y fortalecer los músculos.
- Puede reducir el riesgo de lesiones si tiene músculos fuertes sostenidos por huesos robustos y tejido conectivo. Todo esto se suma a un físico que puede soportar un estrés más significativo que otros.
- El entrenamiento de fuerza mejora la salud del corazón, reduce la presión arterial y el colesterol,
- Mejora la densidad ósea, disminuye el dolor lumbar y alivia los síntomas de la artritis y la fibromialgia.
- El entrenamiento de fuerza puede generar endorfinas para sentirse bien, que pueden ayudar con la ansiedad y la tristeza y, por lo tanto, mejorar el sueño.
Otras curiosidades de este tipo de entrenamiento
Personalización. Puedes personalizar cada programa de entrenamiento de fuerza. Puedes cambiar los pesos y variar el número de repeticiones. Normalmente:
- 1 a 6 repeticiones con pesos pesados para aumentar la fuerza muscular
- 8 a 12 repeticiones con pesos moderados a pesados para aumentar la masa muscular y el tamaño.
- 12 a 20 repeticiones con pesos bajos a moderados para aumentar la resistencia muscular
Quema calorías. Si bien el ejercicio cardiovascular es beneficioso para la salud general y la pérdida de peso, no es el ejercicio lo que puede ayudarlo a adelgazar. El entrenamiento de fuerza te permite mantener tu masa muscular e incluso puede ayudarte a aumentarla. Quemarás más calorías a lo largo del día si tienes más músculo. Asimismo, el músculo también es más denso que la grasa, por lo que ocupa menos espacio. Eso implica que puedes subir de peso si quemas grasa y desarrollas músculo, pero tu cuerpo estará más definido.
El entrenamiento regular de fuerza y los ejercicios cardiovasculares, realizados de forma individual o simultánea, según su horario y objetivos, son componentes esenciales de un programa eficaz de reducción de grasa. Además, llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental. Puede mejorar su salud combinando los tres elementos.
Te ayuda a ser más definido y esbelto. Muchas personas, en particular las mujeres, evitan el entrenamiento de fuerza porque creen que les hará subir de peso o quizás porque prefieren los aeróbicos. Sin embargo, el músculo ocupa menos espacio que la grasa. La masa muscular ayuda a la pérdida de grasa (combinada con ejercicio y una buena dieta) lo que da como resultado un físico más delgado y tonificado.
Apto para personas de todas las edades. En caso de tener alguna condición médica o limitación física, hay que consultar con un médico antes de continuar. Aparte de eso, no hay restricción de edad para comenzar un programa de fuerza, y los resultados que experimentes mejorarán el día a día de tu cliente.
Cabe recordar que, si no hacemos ejercicio, podemos perder del 3% al 5% de nuestra fuerza muscular cada década. Ahora tienes suficientes razones para convencer a tus clientes más reticentes a incorporar ejercicios de fuerza en su entrenamiento.
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