Llevamos ya un tiempo utilizando la mascarilla por los protocolos de prevención ante el COVID-19. Y como tal hay que cumplirlo para preservar la salud de todos.
Es cierto que, aunque poco a poco se van reduciendo las restricciones, la mascarilla sigue siendo obligatoria. No hace falta llevarla en el caso de hacer deporte de manera individual y al aire libre.
Sin embargo, si no puedes mantener y asegurar una distancia de seguridad con las otras personas, hay que ponérsela.
¿Cuál es la distancia que hay que mantener?
Depende de la actividad que se vaya a realizar, la distancia de seguridad recomendada varía. Así, para aquellas personas que les guste salir a correr deberán mantener una distancia de 10 metros. Aquellos que van en bicicleta deberán guardar una distancia de 20 metros, en cambio los que van andando será de 4 metros.
Asimismo, habrá que tener en cuenta la velocidad. A más velocidad, mayor será la distancia de seguridad que habrá que mantener. Si no se pueden mantener estas distancias es aconsejable llevar la mascarilla para hacer deporte. Pero, ¿te has planteado alguna vez si el uso de la mascarilla puede afectar al rendimiento deportivo?
Cómo emplear las mascarillas al hacer deporte
Al igual que cuando no estamos realizando ejercicio, la mascarilla ha de cubrir totalmente la boca y la nariz. Con el paso del tiempo la mascarilla se humedece, reduciendo su eficacia.
Hay que tener presente que al virus le gusta la humedad. De ahí que haya que asegurarse de que la mascarilla esté en buenas condiciones antes de salir a hacer deporte.
Es aconsejable emplear una diferente cada vez que se vaya a realizar cualquier tipo de actividad física. En cualquier caso, procura no hacer un ejercicio demasiado intenso porque con mascarilla es bastante incómodo.
Cómo afecta el uso de mascarilla en el deporte
La utilización de la mascarilla mientras se hace algún tipo de actividad deportiva puede causar molestias. Por ejemplo, se puede experimentar una sensación de agobio por la falta de aire.
Al emplear la mascarilla puede producirse esa sensación de hiperventilación, que a su vez puede afectar al rendimiento deportivo o causar una mayor fatiga.
Hay que tener en cuenta que al llevar la mascarilla el flujo del aire hacia nuestros pulmones es menor. Como consecuencia, va menos oxígeno en nuestros músculos. Esto puede dificultar el entrenamiento, y a su vez, en el rendimiento.
Algunos ensayos han demostrado que la mascarilla de tela reduce el rendimiento y la capacidad física durante el entrenamiento, sobre todo si este es de alta intensidad. Los usuarios se quejaron de dificultad para respirar y otros de la claustrofobia que sentían en cuanto la intensidad de los ejercicios eran más elevadas.
Por todo esto, a la hora de hacer alguna actividad física habrá que tener en consideración la frecuencia, la duración, la intensidad y el tipo de ejercicio que se vaya a realizar cuando se lleve una mascarilla.
En personas sanas, lo más probable es que se terminen adaptando a la mascarilla y la metabolización del oxígeno es más eficiente. Aunque esto requiere de un período de adaptación. Para ello habrá que ir progresivamente en su uso incrementando poco a poco la distancia recorrida y la velocidad.
En cualquier caso, sería aconsejable seguir un programa marcado por un profesional.
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