Una gran cantidad de deportistas se ven obligados a frenar su actividad debido a la aparición de calambres musculares. Lo cierto es que estas contracciones son muy desagradables y pueden aparecer en el momento menos oportuno.
También es frecuente sufrir de ello mientras dormimos, o bien, cuando estamos realizando un trabajo físico muy intenso.
Normalmente, los calambres se han asociado a una falta de hidratación, pero, como veremos a lo largo de este artículo, la cuestión va más allá.
A continuación, te mostramos en qué consisten y te revelamos todas la claves necesarias para que puedas tratarlos correctamente.
Qué son los calambres musculares
Se trata de una contracción involuntaria que se produce en uno o varios músculos y que provoca un dolor intenso. En ocasiones, incluso nos imposibilita realizar cualquier actividad durante un tiempo.
Hay personas que solo tienen calambres musculares en momentos puntuales, sin embargo, otras suelen padecer de ello con frecuencia.
Causas por las que aparecen
Veamos cuáles son las principales causas por las que se genera este problema:
- Deshidratación. Tal y como hemos mencionado anteriormente, la deshidratación podría ser uno de los motivos. Aun así, no es el único. Un deportista bien hidratado también corre el riesgo de sufrir calambres musculares.
- Un bajo estado físico. Otra de las razonas de su aparición se debe al sometimiento a entrenamientos exigentes que están en ese momento por encima de nuestras posibilidades.
- Altas temperaturas. Realizar deporte al aire libre durante épocas calurosas es un riesgo para la salud en general.
- Falta de electrolitos como el sodio. Debemos prestar atención a la ingesta de sales minerales.
- ¿Sabías que en el caso de los corredores la técnica afecta a la aparición de calambres? Si quieres evitar este problema, comienza a realizar ejercicios que mejoren tu postura y pisada al correr.
Cómo tratar los calambres
Cuando estés entrenando y comiences a sentir calambres por algunos de tus músculos, realiza los siguientes pasos:
- Para inmediatamente la actividad.
- Camina muy despacio si el dolor te lo permite.
- Estira suavemente el músculo.
- Bebe pequeños sorbos de agua.
- Si entrenas en zonas donde la temperatura es elevada es recomendable que lleves alguna bebida con sales.
- Una vez que llegues a casa, aplícate agua fría en la zona afectada.
- También puedes utilizar una crema con mentol.
Esperamos haberte ayudado a resolver la aparición de calambres musculares. Si sufres constantemente este problema, lo ideal es que te pongas en manos de tu médico o fisioterapeuta.
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