Si estás desarrollando un programa de entrenamiento de velocidad destinado a correr más rápido, hay algunos consejos que puede seguir para mejorar tu rendimiento.
Qué influye en la velocidad
Si estás buscando mejorar tu velocidad de carrera, hay algunos factores que debes tener en cuenta y que afectan a tu velocidad de carrera y sprint.
Forma de correr. Una buena manera de correr es extremadamente importante cuando se trata de alcanzar velocidades más rápidas, y esto tiene mucho que ver con la postura. Esta última juega un papel importante en la rapidez con la que tu cuerpo se puede mover, ya que los músculos centrales ayudan a tu ritmo general de carrera y reducen el riesgo de lesiones o distensiones.
Número de zancadas. Una mayor frecuencia de zancadas te ayudará a cubrir más terreno, permitiéndote aumentar tu velocidad a un ritmo más rápido.
Longitud de la zancada. Esta puede afectar la rapidez con la que puedes levantarte del suelo mientras corres. Las zancadas más cortas te permiten controlar el ritmo al que golpeas el suelo y te impulsas. Por lo tanto, zancadas más cortas y más frecuentes ayudarán a aumentar la velocidad mientras corres.
Masa muscular. Los músculos más fuertes significan que puedes impulsarte desde el suelo mucho más rápido y con más fuerza. Sin embargo, la delgadez es más relevante que los músculos voluminosos para carreras de larga distancia o maratón, ya que la atención se centra en la resistencia y la entrada de energía óptima.
Fatiga. Si no has hecho estiramientos o has descansado de manera adecuada desde tu último entrenamiento, es posible que no puedas correr tan rápido como deseas. Es importante terminar cada entrenamiento con estiramientos, así como tomarte descanso antes de mejorar la velocidad.
Cómo incrementar la velocidad al correr
Para ganar más velocidad mientras corres, deberás optimizar tu técnica de carrera y entrenar con más frecuencia en la pista. Asimismo, deberás tener en cuenta lo siguiente:
Mantén la técnica de sprint correcta. La mecánica de carrera adecuada es la versión más sofisticada de tu técnica de carrera. Para correr a la velocidad máxima con la mayor eficiencia, debes mantener una buena postura en la parte superior del cuerpo (con la columna recta y solo una ligera inclinación hacia adelante) mientras mantienes el cuello y los hombros relajados. Evita tensar el resto del cuerpo y mantén las manos y los dedos sueltos. Ten en cuenta que la mala forma de correr no solo puede hacerte ir más lento, sino también aumentar el riesgo de sufrir lesiones.
Calentamiento. Una buena forma de relajar los músculos es realizar un calentamiento antes de un entrenamiento o de una prueba. Calentar correctamente los cuádriceps, los isquiotibiales, los glúteos y las pantorrillas puede aumentar la circulación, mejorar el movimiento y la amplitud de movimiento y ayudar a prevenir lesiones.
Corre sobre las puntas de tus pies. Para mejorar tu rendimiento en las carreras de velocidad, trabaja en impulsarte del suelo con las puntas del pie (en lugar del talón) tan pronto como se levante del suelo.
Los brazos. Mientras corres, dobla los brazos en un ángulo de noventa grados y gíralos en la dirección opuesta a las piernas para ayudar a equilibrar el torso y ganar impulso. Asegúrate de que el movimiento de tu brazo sea hacia adelante y hacia atrás en lugar de cruzar su cuerpo.
Utiliza zancadas más cortas. Aumenta la frecuencia de tu zancada y disminuye la longitud de la misma para correr más rápido. Las zancadas más largas te dejan en el aire y fuera de control durante períodos de tiempo más largos, mientras que cada zancada corta tiene el potencial de empujarte hacia adelante más rápido.
Respira correctamente. Tu respiración debe ser uno de los principales focos de tu trabajo de velocidad, ya que proporciona oxígeno a tus músculos. Mantén la respiración sincronizada con tus pasos para ayudar a maximizar tu capacidad.
Práctica. Correr más rápido viene con la práctica. Cuanto más practiques el entrenamiento de velocidad, mejor podrás mantener velocidades más rápidas y usar la energía de tu cuerpo de la manera más óptima. Haz simulacros de sprint y ejercicios como rodillas altas, sprints en colinas y varios ejercicios básicos para ayudarte a desarrollar tu fuerza para comenzar a correr más rápido. El añadir algún tipo de entrenamiento de fuerza en tus días libres también puede ayudarte a fortalecer tu cuerpo.
Ayuda de un profesional. Sin duda una de las mejores maneras de mejorar y llevar un control de progresos es contar con el asesoramiento de un entrenador.
¿Qué otros aspectos crees que hay que tener en cuenta para mejorar la velocidad en atletismo?
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1 Comment
Manuel
20 marzo, 2022 at 11:13 pmBuena información, saludos