¿Aplicar frío o calor?, esa es una de las grandes cuestiones que se plantean los deportistas. Y es que resulta sumamente importante conocer cómo influyen las cremas deportivas en nuestro rendimiento y cuáles son las mejores opciones para recuperar los músculos.
Qué cremas deportivas existen
En primer lugar, debemos diferenciar los diferentes tipos de cremas deportivas que existen.
Normalmente, encontramos versiones con efecto frío y otras con efecto calor. Ahora veremos las diferencias entre ambas.
Cremas efecto frío
Sirven para aplacar el dolor y reducir la inflamación. Se utilizan durante las primeras horas de la molestia y podemos repetir su uso durante varios días hasta que notemos mejoría.
Con su uso lograremos reducir en cierto modo los tiempos de recuperación y sentiremos mayor ligereza y alivio.
Respecto a la cantidad que debemos poner, dependerá del tipo de lesión. Por ejemplo, si te has torcido el tobillo y no es nada grave, solo tienes que aplicar una pequeña cantidad por la zona; en cambio, para casos de inflamación solemos utilizarla varios días y cubriremos bien la zona.
No olvides que también existen otras técnicas para aplicar frío como bolsas congeladas o baños de hielo, pero, sin duda, el uso de una crema es la solución más sencilla y rápida. No obstante, puedes combinarla con otros remedios.
Cremas efecto calor
Suelen pasar más desapercibidas que las de efecto frío. A pesar de ello, pueden resultar de gran ayuda en determinados casos.
Las cremas con efecto calor sirven para dilatar los vasos sanguíneos y facilitar la circulación.
Los beneficios que proporcionan son una mejora de la movilidad del músculo o articulación y un alivio del dolor. Además, reducen la rigidez de la zona y aumentan su elasticidad.
Por otro lado, la aplicación de calor también sirve para mejorar molestias crónicas, o bien, para preparar a nuestros músculos para la realización de una actividad cuando la temperatura es muy fría.
Aunque podemos utilizar estas cremas antes de entrenar como método preparatorio, es muy importante que no nos saltemos el calentamiento. Recuerda: las cremas con efecto calor te ayudan a reducir la rigidez de los músculos, pero no suponen un sustituto del calentamiento.
¿Realmente funcionan las cremas deportivas?
Respecto a si realmente funcionan o no las cremas deportivas, podemos afirmar que su uso sí es recomendable.
No obstante, es fundamental que sepamos qué tipo de crema debemos emplear en cada momento. Si sientes alguna molestia constante, lo mejor es que acudas a tu fisioterapeuta de confianza para que te proporcione unas pautas concretas.
Recomendamos el uso de la crema de efecto frío justo después de los entrenamientos más intensos. En cuanto las de efecto calor, aconsejamos emplearlas para aquellos deportistas que realizan actividades al aire libre con temperaturas frías. Sin duda, será una excelente ayuda para calentar los músculos de forma más rápida.
Además del uso de cremas, lo ideal es que lleves a cabo baños de contraste, es decir, cambia la temperatura del agua de la ducha de caliente a fría.
No es necesario que te introduzcas en una bañera con hielo. En su defecto, puedes poner algunas bolsas congeladas en las zonas de mayor inflamación o aquellas donde sientas alguna molestia.
Esperamos haberte ayudado a descubrir cómo influyen las cremas deportivas. Ahora que sabes cuál es el uso de cada una de ellas, aplícalas con lógica para mejorar tus músculos y articulaciones.
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