Parece que existe un consenso entre los aficionados al fitness que se ha de caminar 10.000 pasos al día si se quiere estar saludable. Como consecuencia, muchas personas han estado tomando esto como objetivo y consultando el número de pasos con su smartwatch. Pero, ¿esto realmente es válido? ¿De dónde ha salido esta creencia? ¿Es un mito?
¿El origen?
Cuando Japón se preparaba para albergar los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964, la población japonesa en general empezaba a preocuparse realizar ejercicio de manera regular. De ahí que cobrara un mayor interés el fitness, ya que era una buena forma de hacer frente a enfermedades como la hipertensión, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares. También era la mejor manera de combatir la obesidad, que se estaba convirtiendo rápidamente en una epidemia. El ejercicio más simple era caminar: cualquiera podía hacerlo, no se necesitaba ningún equipo especial para hacerlo. Tampoco necesitaba entrenamiento.
El podómetro moderno se introdujo en el mercado japonés aproximadamente al mismo tiempo. Era un dispositivo sencillo que se podía usar alrededor de la cintura y calculaba la cantidad de pasos caminados. No hace falta decir que el dispositivo se vendió rápidamente ya que la gente comenzó a llevar un registro de cuántos pasos caminaban cada día.
Manpo-kei, que literalmente significa 10.000 pasos en japonés, se convirtió en el eslogan. Muchos clubes de caminata japoneses comenzaron a existir y Manpo-kei era lo mínimo que se esperaba que caminaran. Gradualmente, el concepto de caminar 10.000 pasos pasó del público japonés al resto del mundo. Hoy en día, la mayoría de los expertos en acondicionamiento físico utilizarán Manpo-kei como el objetivo básico de acondicionamiento físico para un régimen de ejercicio regular.
Estudio de la Universidad de Gante (Bélgica)
El Departamento de Ciencias del Deporte y el Movimiento de la Universidad de Gante y la Escuela de Estudios del Movimiento Humano de la Universidad de Queensland (Brisbane, Australia) realizaron una investigación para determinar si 10.000 pasos por día realmente ayudaban a la salud del participante o no.
Este estudio se llevó a cabo durante los años 2005 y 2006. Cerca de 866 participantes se sometieron al plan de acondicionamiento físico de 10.000 pasos por día. Los investigadores siguieron su progreso con podómetros, cuestionarios de actividad física, un registro de actividad y un cuestionario relacionado con el conocimiento del proyecto. Había personas que buscaban mejorar su estado general de bienestar y otras que tenían riesgo de padecer enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
La intervención fue un éxito para los participantes que pudieron completar el desafío diario de 10.000 pasos. Casi la mitad de los participantes lograron completar el desafío con éxito. Sentían que gozaban de mejor salud y que había una sensación general de bienestar. Sin embargo, cuando se realizó un estudio de seguimiento cuatro años más tarde, se encontró que el efecto positivo de la intervención no se mantuvo.
Solo la mitad de los participantes originales estaban disponibles para el estudio de seguimiento. Entre ellos hubo una disminución considerable del conteo de pasos en todos los ámbitos. Parte de esto se atribuye al envejecimiento, sin embargo, la mayoría de los participantes informaron una fuerte caída en la actividad física con cada año subsiguiente. La falta de intervenciones socioecológicas como un sentimiento de comunidad y conciencia general del público sobre el estudio redujo la motivación de los participantes. Si bien el estudio demostró que caminar 10.000 pasos fue beneficioso, el hecho es que el ejercicio solo ayuda si es un hábito regular.
Por tanto, los 10.000 pasos o Manpo-kei no son un requisito estricto y establecido. Una persona que camina regularmente 6000 pasos al día también se mantendrá saludable. Es importante establecer un objetivo de aptitud física que satisfaga las necesidades del individuo. Uno con el que el individuo se comprometa y se mantenga motivado para completarlo. Incluso una persona que camina 4000 pasos al día, pero lo hace todos los días, se mantendrá saludable.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, hoy en día, los rastreadores de actividad física se usan en la muñeca en vez de en la cintura. Esto implica que los sensores pueden haber detectado muchos movimientos adicionales de la vida diaria que no están relacionados con los pasos. Por ejemplo, las tareas domésticas como barrer el piso o lavar los platos pueden haber inflado el número de pasos diarios. Este es un factor que debe tenerse en cuenta al establecer objetivos de fitness.
¿Tú también tienes en cuenta el número de pasos que das cada día?
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