¿Sabías que el ser una persona activa puedes reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2? Recientemente, se ha hecho un estudio en el que comparó a mujeres que realizan habitualmente ejercicio con aquellas con son más sedentarias. La revista Metabolites publicó un estudio en el que se demostró que aquellos hombres que son más activos tienen un riesgo menor de padecer diabetes 2, que aquellos que son más sedentarios.

Por tanto, queda demostrado que la actividad física influye en el metabolismo del cuerpo y estos se asocian a tener menos posibilidades de padecer diabetes tipo 2. Además, el incremento de actividad física también mejora la secreción de insulina. Pero, ¿sucede lo mismo con las mujeres?

El estudio publicado en Diabetes Care se centró en 4.838 mujeres con una edad media 78 años. Ninguna de ellas padecía diabetes. A todas ellas se les hizo un seguimiento de casi siete años. Así mismo, se monitorearon sus pasos por acelerómetros para tener en cuenta el número de pasos y la intensidad de los mismos. Estos últimos se clasificaron como de intensidad ligera o de intensidad moderada a vigorosa.

Este estudio mostró que dar más pasos en un día se asoció con un menor riesgo de diabetes en adultos mayores. Asimismo, se descubrió que los pasos de mayor intensidad se asocian a un menor riesgo de padecer diabetes de tipo 2.

¿Qué has de conocer sobre la diabetes?

Seguro que algo ya sabes sobre esta enfermedad. En ella los niveles de azúcar o glucosa son elevados. La razón es que el cuerpo no usa la insulina de manera correcta. En vez de aplicar adecuadamente el azúcar en las células para obtener energía, la glucosa puede acumularse en el torrente sanguíneo y provocar diabetes.

Existen varios tipos de diabetes, aunque los más comunes son la diabetes tipo 1 y tipo 2. La primera se genera ya desde la niñez o en una edad adulta temprana, mientras que el tipo 2 se suele dar en personas mayores de 45 años. Algunos de los síntomas son:

• Agotamiento
• Aumento de la sed
• Visión borrosa
• Lesiones de curación lenta
• Pérdida de peso inexplicable
• Micción frecuente
• Hormigueo de los pies o las manos
• Boca seca.

Si alguno de tus clientes presenta estos síntomas, recomiéndale que acuda a su médico de cabecera para que se haga las pruebas para confirmar si padece diabetes de tipo 2.

¿Cómo se puede prevenir la diabetes?

El primer tipo de diabetes no se puede prevenir a través de la dieta y el ejercicio, pero en el segundo tipo sí. Precisamente es en este en el que nos vamos a centrar. Es cierto que existen unos factores que están fuera de nuestro control, como antecedentes familiares o la edad. Sin embargo, se puede prevenir.

• Ejercicio. La actividad física regular puede reducir los niveles de azúcar en la sangre, un aspecto clave de la prevención de la diabetes. Los profesionales indican que lo ideal es media hora de ejercicio al día. Por ejemplo, caminando. Intenta conseguir como mínimo 7.500 pasos al día a una velocidad de 100 pasos por minuto. Aunque también puedes hacer natación, yoga o entrenar en un gimnasio.
• Dieta. Seguir una dieta nutritiva puede ayudar a disminuir el riesgo de diabetes tipo 2. Para ello, se recomienda seguir una dieta mediterránea rica en frutas y verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas, proteínas magras y grasas saludables. También es bajo en alimentos procesados, azúcares agregados y granos refinados.
• Consumir menos azúcares. Hace años se pensaba que consumir mucha azúcar conducía directamente a la diabetes. Sin embargo, esto solo es un mito. Aun así, no hay que perder de vista que demasiada azúcar puede aumentar el peso, lo que aumenta el riesgo de diabetes.
• Beber más agua. Se recomienda limitar el consumo de alcohol, así como la ingesta de bebidas azucaradas (refrescos).

En resumen, además de un plan de alimentación equilibrado, la actividad física es una forma importante de ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. El ejercicio ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina y ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre. Incluso las cantidades más pequeñas de ejercicio son beneficiosas. Eso sí, siempre recomendable contar con los consejos de un entrenador profesional y/o un nutricionista.

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