Un estudio reciente ha revelado que llevar un estilo de vida saludable conlleva a reducir el riesgo de sufrir demencia. El ejercicio regular, una dieta equilibrada, dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol son las mejores maneras de prevenir la demencia, incluso si la enfermedad es de tipo genético.
La investigación realizada por la Universidad de Exeter (Reino Unido) demuestra que un estilo de vida saludable puede ayudar a compensar el riesgo genético de demencia de una persona.
La vida saludable, la clave
El estudio, denominado Asociación de estilo de vida y riesgo genético con incidencia de demencia, concluye que el riesgo de demencia es un 32% más bajo en personas con un alto riesgo genético y un estilo de vida saludable, en comparación con aquellos que tenían un estilo de vida poco saludable.
Esto significa que los participantes con un mayor riesgo genético y un estilo de vida desfavorable tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar demencia en comparación con aquellos con un riesgo genético bajo y un estilo de vida favorable.
El estudio analizó datos de 196.383 adultos de más de 60 años del proyecto Biobank que se realiza en el Reino Unido. Se trata de una investigación a largo plazo que alberga información de salud de más de 500.000 personas voluntarias.
Los investigadores identificaron 1.769 casos de demencia durante un período de seguimiento de ocho años. El equipo agrupó a los participantes en aquellos con riesgo genético alto, intermedio y bajo de demencia.
Evaluando el riesgo y el estilo de vida
Para evaluar el riesgo genético, los investigadores analizaron los datos publicados anteriormente e identificaron todos los factores de riesgo genéticos conocidos para la enfermedad de Alzheimer. Cada factor de riesgo genético se ponderó de acuerdo con la fuerza de su asociación con la enfermedad de Alzheimer.
Para evaluar el estilo de vida, los investigadores agruparon a los participantes en categorías favorables, intermedias y desfavorables según su propia dieta, actividad física, consumo de tabaco y alcohol.
Una persona con un estilo de vida saludable se definió como alguien que no fuma, participa regularmente en la actividad física, tiene una dieta saludable y consume alcohol de forma moderada.
El equipo descubrió que llevar un estilo de vida saludable estaba asociado con un riesgo reducido de demencia en todos los grupos de riesgo genético. Además, a medida que las personas van entrando en más edad, es aconsejable realizar ciertas rutinas que alarguen la movilidad y la autonomía de las personas.
Es precisamente por esa importancia de tener unos hábitos saludables que muchas personas se planteen hacer deporte. Esto implica una mayor necesidad de profesionales que dirijan sus actividades deportivas. En nuestro Curso de Fitness Wellness Clases dirigidas. Aprenderás a coordinar distintas actividades dirigidas, tanto en sala como en centros deportivos.
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1 Comment
Lucía
26 septiembre, 2019 at 8:23 am¡Hola, Verónica! Es ideal que hayan posts sobre estos temas para crear conciencia en la sociedad de la importancia de hacer deporte en el día a día. Cuando llevas una vida un poco estresante, es necesario estar en “forma” para tener tu mente activa. Por ello, empieza desde hoy a practicar deporte para alargar tu movilidad y autonomia.
Un abrazo,
Lucía