Son muchas las circunstancias que pueden generar que una persona tenga una parada cardiorespiratoria durante el ejercicio, dada la elevada presión arterial que se general de forma natural. Es por ello que es de vital importancia que cualquier persona que trabaje en el ámbito deportivo conozca los protocolos básicos de actuación y protocolos de emergencia vital, dado que, pese a no ser enfermero o tener una formación específica, una buena reacción puede salvar vidas.
Las acciones que relacionan a las víctimas de parada cardíaca súbita con la supervivencia se conocen como Cadena de Supervivencia.
Se define como la secuencia de medidas ordenadas y realizadas en el menor tiempo posible, destinadas a lograr la restauración de la circulación espontánea, teniendo como objetivo la disminución de la mortalidad y/o las secuelas de la muerte súbita.
Se dice que una cadena será tan fuerte como el más débil de sus eslabones, es decir, si un eslabón se rompe o se olvida, las posibilidades de supervivencia disminuyen y la integridad neurológica del paciente a largo plazo puede verse afectada. Se estima que con una respuesta óptima se podría llegar a evitar hasta un 20% de las muertes que generan las PCR.
Cadena de Supervivencia
Está formada por 4 eslabones, se ha añadido la desfibrilación precoz.
- Reconocimiento precoz y petición de ayuda.
- RCP Básica precoz (SVB).
- Desfibrilación precoz.
- Cuidados avanzados precoces (SVA).
1º Reconocimiento precoz, llamada al sistema (petición de ayuda): consiste en el reconocimiento precoz de la emergencia y el llamar pidiendo ayuda, para activar los servicios de emergencia sanitarios (SEM) o el sistema de respuesta de emergencia local. Una respuesta temprana y efectiva puede prevenir la parada cardíaca.
2º RCP Básica precoz (SVB): la RCP precoz realizada por los testigos de forma inmediata (para ganar tiempo) puede doblar o triplicar la supervivencia de PCR en fibrilación ventricular (FV). Consiste en realizar ciclos de 30 compresiones y dos ventilaciones, y cada 2 minutos se recomienda comprobar de nuevo si el paciente respira. Es importante cambiar de persona que lo realice pasa asegurar hacerlo bien.
3º Desfibrilación precoz: la RCP con desfibrilación realizada en los 3-5 minutos posteriores al colapso, puede producir unas tasas de supervivencia tan altas como el 49-75%. Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la probabilidad de supervivencia al alta en un 10-15%.
4º Cuidados avanzados precoces (SVA): el soporte vital avanzado precoz y los cuidados postreanimación, junto con la calidad del tratamiento durante la fase postreanimación, afecta al resultado. Los cuidados postreanimación efectivos están enfocados a preservar la función, particularmente del cerebro y el corazón.
SEAS. Estudios Superiores Abiertos y Universidad San Jorge son espacios cario protegidos con desfibriladores semiautomáticos y personal formado y registrado.
En el siguiente vídeo se indica un resumen del protocolo y la forma de aplicar correctamente el RCP.
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