En la comparecencia de prensa previa al partido de semifinales de Champions League entre Bayern Munich y Real Madrid, el técnico del equipo alemán Pep Guardiola, justificó su manera de ver el fútbol de forma muy directa con su “...amo tener el balón“.
La semana pasada y en este mismo blog fue publicado un magnífico post a propósito de los índices estadísticos de los dos enfrentamientos pasados en busca de la final de la máxima competición continental y en ella se veía que precisamente era el campeón alemán el equipo que más tuvo la pelota en ambos partidos y sin embargo el único que cayó derrotado y que encajó algún tanto. Tristemente, es más fácil defender que atacar (y aunque ese sea asunto de otro debate) o destruir que construir y parece ser que hoy de los cuatro semifinalistas solo uno es diferente en esto.
Obviamente Guardiola fue coherente con su pensamiento y además (especialmente en el primer acto) sometió al Real Madrid de forma abrumadora en porcentaje de posesión. Lo que no dice (y sabe el catalán) es que eso no garantiza la victoria. Parece evidente que es más fácil hacer gol si se tiene el balón más tiempo que si se entrega o no se quiere el mismo pero los problemas del equipo alemán no vinieron por “el amor al balón” sino por sus transiciones tras pérdida: allí el equipo muniqués estuvo siempre muy expuesto y se produjeron innumerables situaciones límite de uno para uno que ante futbolistas de gran talento individual, como los que posee el equipo blanco, producen un altísimo riesgo de recibir goles.
En la cabeza de Pep no sólo está que teniendo la pelota está más cerca del gol, sino que por encima de esto el entrenador catalán siempre ha considerado que esos índices tan altos de posesión, hacen que su equipo sea menos vulnerable defensivamente. No hay más que ver su trayectoria para apreciar que habitualmente sus equipos son los menos goleados de los campeonatos que disputa, y lo son a base de “defender con el balón”, porque AMA EL BALÓN, pero lo ama no sólo con fines ofensivos sino defensivos, como ya expusimos en anteriores artículos. Y eso es consecuencia de su vida como futbolista profesional puesto que en sus tiempos de jugador, por su frágil aspecto físico, nunca fue un gran defensor cuando no tenía el esférico … eso sí, era el mejor defensor cuando lo tenían porque difícilmente perdía la posesión del cuero.
Dicho esto, seguro que esta semana Guardiola ha puesto especial énfasis en trabajar durante las sesiones de entrenamiento su balance defensivo cuando se produzcan pérdidas (pocas pero las habrá) de balón. Para tener opciones han de ser más consistente en los repliegues.
De hecho su enunciado fue “Yo amo tener el balón para tener más ocasiones y recibir pocos contragolpes”. He aquí el credo de Guardiola. Su problema será que aunque (como afirma) reciba “pocos” contraataques, porque la posesión será del Bayern, esos serán letales, por la calidad y eficacia en el contrataque del Real Madrid, y en su capacidad de mejorar las transiciones ataque-defensa estará parte de su éxito: porque renunciar a su AMOR es imposible.
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