El levantamiento de pesas seguro y responsable implica movimientos precisos y controlados que se dirigen específicamente a uno o más grupos musculares. Además de aumentar la fuerza, tiene una multitud de beneficios para la salud y el estado físico.
Pero, ¿qué sucede cuando el peso comienza a aumentar? ¿Es seguro levantar pesas? La respuesta depende de una variedad de factores.
¿Mucho para soportar?
Lo primero que has de tener en cuenta a qué se le considera pesado. Entonces, ¿qué se considera ‘pesado’? Depende de la capacidad del cliente. A modo de referencia, podríamos establecer un punto de referencia como una carga que solo puede levantar entre 1 y 6 veces. Hay que tener en cuenta que a algunas personas esto les costará un poco, al menos inicialmente.
Entrenar con pesas hará que a su cliente le resulte más difícil mantener una buena técnica de ejercicio. Existe una mayor probabilidad de que “hagan trampa” para completar el ejercicio, por ejemplo, balanceando el cuerpo y los brazos durante una flexión de bíceps para levantar la carga en una posición flexionada. En este ejemplo, el cliente utiliza el impulso para ayudarse a levantar la carga. Esto tiene un par de consecuencias negativas. En primer lugar, desafía el objetivo del ejercicio al reducir el trabajo efectivo que realiza el músculo deseado. En segundo lugar, es posible que los músculos, las articulaciones y las estructuras de soporte que se emplean para ayudar en el “trampa” no estén preparados para el movimiento, por lo que aumenta el riesgo de lesión.
¡No rompas tu espalda ni la de tu cliente!
El levantamiento de pesas puede empleado para fortalecer la espalda, lo que ayuda a sostener la columna vertebral, pero las cargas más pesadas ejercen una mayor presión sobre la postura y afectan la técnica. Si incluyes en el programa de entrenamiento ejercicios de levantamiento de pesas debes asegurarte de que esté preparado. Esto requiere que como su entrenador personal, tengas una comprensión sólida de la biomecánica y las demandas anatómicas que se imponen al cuerpo durante los levantamientos de pesas. Sin este conocimiento, es muy fácil sobrecargar peligrosamente al cliente, lo que resulta en su incapacidad para mantener la técnica adecuada. Esto puede llevar a que los músculos, tendones y ligamentos más débiles fallen y se desgarren.
Puede darse el caso de que un grupo de músculos sea fuerte, pero los músculos más pequeños o estabilizadores pueden no serlo. En el caso de una sentadilla con barra, por ejemplo, un cliente puede tener piernas muy fuertes pero una espalda relativamente débil. Por lo tanto, es más probable que se esfuerce la espalda que las piernas, a pesar de que el ejercicio se dirige principalmente a las piernas y los glúteos. Como entrenador personal, es tu responsabilidad asegurarte de que los clientes progresen al ritmo adecuado, manteniendo continuamente una técnica óptima.
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