Hay muchos factores que influyen en una clase dirigida de fitness perfecta, pero vamos a repasar algunas para intentar llegar a la perfección (si existe).
- 1. Para una clase dirigida de fitness perfecta- Da opciones para todos los niveles
En una clase dirigida de fitness podemos encontrar gran cantidad de perfiles entre nuestros usuarios, y esto conlleva que cada uno tendrá su objetivo personal. Es importante hacer sentir a todos que los van cumpliendo.
En este sentido, deberemos programar diferentes niveles de intensidad durante la clase, para que aquellos que tienen un buen nivel de forma sientan que están trabajando, y para aquellos usuarios que, ya sea por físico, edad u objetivos, no se sientan cómodos con un nivel de esfuerzo alto, tengan opciones más básicas. Y aún así, sientan que trabajan.
Mientras estás impartiendo la clase, recuerda ir recordando las opciones, para que todos se sientan cómodos.
- 2. Para una clase dirigida de fitness perfecta- Indicaciones técnicas
El conocimiento es la mejor herramienta para mejorar. En ese sentido, dar la mayor información a nuestros clientes sobre cómo han de realizar correctamente los ejercicios y la finalidad de los mismos, les focalizará en la mejora y el esfuerzo, sabiendo en qué les va a ayudar cada movimiento, cada peso o cada clase.
Corrige los movimientos para que la efectividad sea mayor y así noten mejoría.
- 3. Para una clase dirigida de fitness perfecta- Mantén la intensidad y la motivación
¡No dejes de animar a tus usuarios! La motivación es algo esencial en las clases dirigidas. Frases de superación, sensación de equipo y de grupo o de cumplimiento de objetivos ayudan a que nuestros clientes se sientan motivados y dentro de la dinámica de la clase.
Recuérdeles también que no es malo, bajar de peso, descansar o bajar la intensidad mientras se esfuercen al máximo ¡Qué no sientan que fracasan!
- 4. Para una clase dirigida de fitness perfecta- Elige una buena música
En todo esto, la música es algo esencial. Encontrar la melodía perfecta que acompañe la intensidad y el ritmo de la clase es esencial. Un ritmo demasiado bajo puede hacer que los usuarios se aburran, y un ritmo demasiado intenso o rápido, puede hacer que pierdan el ritmo de los movimientos y con ello, la efectividad de la clase.
Lo mismo con las edades. Como hemos comentado antes, en nuestras clases podemos encontrar diferentes edades, por lo que tenemos que intentar adaptarla.
Y tú, ¿tienes algún truco o tip para dar la clase dirigida de fitness perfecta? ¡Compártelo con un comentario!
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