No voy a ocultar que mi sensación personal, al conocer la noticia de que Madrid no era la ciudad encargada de las olimpiadas del 2020, fue de desilusión y de una plancha muy grande que tardé un par de días en digerir. Siempre he defendido, no solo a Madrid, sino a cualquier capital de España que se embarque en temas deportivos para la organización de eventos. Debo reconocer que soy un apasionado de las olimpiadas, que ya desde niño organizaba olimpiadas en mi barrio con los vecinos, con la mayor ilusión.
Desde este punto de vista, en el que me posiciono, quisiera reflexionar sobre algunas ideas que me vienen con el tema de Madrid:
• En este país siempre buscamos culpables, cuando las cosas no salen bien, y este no iba a ser la excepción. Así que las personas que han trabajado por sacar la candidatura adelante, ahora son los villanos, y no se valora su trabajo y esfuerzo. Desde aquí mi respeto y admiración.
• Se ha volcado la frustración en un ataque a los representantes políticos, encabezados por la alcaldesa de Madrid, sacando los defectos de los mismos. El sacar la poca preparación que tienen nuestros políticos en idiomas, en este momento no parece correcto, siendo algo obvio a lo largo de las intervenciones que tienen en su vida política. Es algo chocante que un país, en el que los ministros de educación dan tanta importancia al bilingüismo (caso de Baleares), ellos no den ejemplo. Pero esto es de otro tema.
• Los medios de comunicación no hacen otra cosa que “vender humo” y esto está siendo una constante en el deporte. Hemos tenido muchos éxitos, tanto a nivel individual como colectivo, pero siempre se destaca a los ganadores y no al trabajo y esfuerzo. Aquellos en los que no se consigue objetivos no son noticia. Antes de los eventos ya están repartiendo medallas y copas.
En el tema de las olimpiadas no iban a ser menos, éramos los favoritos junto a Japón, menospreciando de antemano a Turquía. La campaña en contra de Japón, en los días anteriores a la elección ha sido tremenda, sacando todos los problemas que tiene el país con la central de Fukusima. Venden el triunfo antes de que ocurra, por lo que los ciudadanos, no se explican el fracaso.
• Los mayores perdedores, con la no consecución de las olimpiadas, son los deportistas, personas que ven frenadas sus aspiraciones de dedicarse profesionalmente a su deporte. La poca inversión, en temas deportivos, hará que busquen salida profesional en otros ámbitos de la vida laboral.
• Para terminar, me hubiera gustado mucho las olimpiadas en Madrid, para que la gente que le gusta el deporte (no solo los deportistas) hubieran vivido el ambiente tan fantástico que se crea en las fechas en las que se realiza el evento. Tuve suerte de vivir las de Barcelona, y fue algo que te queda para siempre, por eso me hubiera gustado volver a vivir esas sensaciones.
¡Ánimo Madrid 20…… ¡
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