Las dietas llevan existiendo desde hace años. Siempre aparece una nueva o una ya conocida adaptada con alguna novedad. Se presentan con todo tipo de testimonios hablando de las bonanzas de estas dietas, no solo para la pérdida de peso, sino también de beneficios para la salud. Algunas dietas no se comercializan como una dieta tradicional, sino como un cambio de estilo de vida.
Aunque una nueva dieta pueda parecer prometedora, a menudo no son sostenibles en el tiempo. Esto hace que la gente fracase con la dieta, que se traduce en no alcanzar los objetivos o, si se han hecho progresos, a recuperar el peso y acaban iniciando otro tipo de dieta. La clave para encontrar el plan o programa adecuado es encontrar uno que sea sostenible para ti y tus necesidades únicas. ¿Quieres saber qué tienes que tener en cuenta antes de comenzar una dieta?
¿Restringe o elimina algún alimento o grupo de alimentos?
Muchas dietas se centran en la eliminación de ciertos alimentos o de grupos enteros de alimentos. El azúcar, los cereales y los carbohidratos en general suelen eliminarse o reducirse considerablemente en muchas dietas.
Los hidratos de carbono se almacenan en el hígado y los músculos en forma de glucógeno. Por cada gramo de glucógeno almacenado, se almacenan de 3 a 4 gramos de agua. Cuando se restringen los carbohidratos, las reservas de glucógeno y el agua almacenada con ellas se agotan. Esta es la razón por la que, al principio de una dieta restringida en carbohidratos, las personas pueden tener una pérdida de peso inicial de varios kilos. El motivo principal es por la pérdida de agua.
Otra cosa a tener en cuenta es que cuando se restringen o eliminan los alimentos que te gustan, a la larga suelen darse atracones o el abandono de la dieta, lo que puede hacer que recupere el peso perdido o que se sienta mal por no haber podido alcanzar sus objetivos.
Además, diferentes alimentos y grupos de alimentos ofrecen diferentes nutrientes, diferentes vitaminas y minerales. Eliminar o restringir estos alimentos podría conducir a deficiencias de nutrientes.
¿Te gustan los alimentos incluidos en la dieta?
Una dieta puede parecer prometedora, pero si no te gustan los alimentos incluidos en ella, lo más seguro es que no sigas el plan de alimentación. Al igual que restringir o eliminar los alimentos que te gustan a menudo conduce al fracaso en una dieta. Si tienes que forzarte a comer alimentos que normalmente no comerías al cuarto día, lo más probable es que la dieta dure poco y no te permita alcanzar tu objetivo.
¿La dieta se adapta a tu estilo de vida?
Empezar una nueva dieta implica crear nuevos hábitos y modificar los existentes. Este cambio lleva tiempo, sobre todo, si tu dieta requiere cambios radicales en su forma de planificar, comprar, preparar o cuándo y cómo comer, es probable que sea una batalla ardua para que funcione.
Si tu estilo de vida implica comer fuera con amigos o familiares, viajar, comidas de negocios u otras funciones sociales, plantéate cómo funcionará una dieta controlada en estos entornos. Esto puede significar sentarse y ver a otros comer y disfrutar de la comida, o llevar platos de tupperware con sus comidas preparadas. Si esto te supone un reto para comprometerte. Como consecuencia, la dieta probablemente no funcionará.
¿Puedes permitirte los alimentos o suplementos de este plan?
Comer alimentos integrales mínimamente procesados y de alta calidad es estupendo, pero si tu situación financiera no te permite comprar constantemente los alimentos que requiere tu dieta o plan de alimentación, vas a tener algunos problemas para poder llevarla a cabo. Lo mismo sucede con los suplementos para reemplazar los nutrientes que le faltan a la dieta.
¿Tienes una dieta flexible?
Es importante que haya cierta flexibilidad para solventar imprevistos. Por ejemplo, puede darse la situación de que hayas olvidado la comida en casa, tengas que comer fuera, estés de viaje o surja cualquier otra cosa. ¿Sabes cómo afrontar estas situaciones sin salirte de la dieta? ¿Puedes adaptar tu plan de alimentación en estos casos?
¿Cuentas con apoyo?
¿Te has planteado cómo afectará tu dieta a tu entorno?¿Tu pareja o familiares van a comer de modo diferente al tuyo? ¿Están de acuerdo con dichos cambios? ¿Te animan los demás? ¿Cuentas con un nutricionista o alguien al que puedas preguntar sobre su dieta?
¿Te sientes capaz de seguir una dieta o plan durante un período de tiempo prolongado?
Algunas dietas o planes están pensados para cambiar el estilo de vida, mientras que muchos son para un periodo de tiempo determinado o hasta que se alcance un objetivo. En cualquier caso, ¿puedes comprometerte con los términos de la dieta sin sentir que se te está privando de algo?
Si ha respondido negativamente a estas preguntas o no está seguro, es probable que esta dieta o plan no sea adecuada para ti. Si el objetivo es la pérdida de peso, todas las dietas funcionan de la misma manera, creando un déficit calórico. Esto se puede lograr de varias maneras, pero la mejor manera de hacerlo es comiendo una dieta equilibrada que incluya tanto los alimentos que le gustan a tus clientes, como los que le proporcionan los nutrientes que necesitan.
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