Los regímenes de entrenamiento de los atletas se extienden mucho más allá del campo o la pista. También tienen una relación única con la comida. Esto no es solo una cuestión de llenarse de pasta y batidos de proteínas. Para aquellos que están en la élite del deporte, cada bocado se equilibra cuidadosamente para optimizar el rendimiento.
Pero si bien se puede pensar que los atletas se encuentran entre los seres humanos más saludables, ciertos factores en realidad los hacen más susceptibles a las enfermedades transmitidas por alimentos.
Los atletas, los más expuestos a infecciones
Sabemos que el ejercicio moderado regular está asociado con menor riesgo de contraer infecciones, incluido el resfriado común. Pero el entrenamiento continuo, prolongado y de alta intensidad, o el ejercicio extenuante, pueden causar una disfunción inmunitaria temporal posterior al ejercicio. Esta “puerta abierta” a infecciones puede durar hasta 24 horas después del ejercicio y hace que los atletas sean más susceptibles a todo tipo de infecciones.
Otras áreas del estilo de vida de un atleta pueden afectar su salud de manera similar. Pueden estar expuestos a nuevos patógenos durante viajes al extranjero, por ejemplo. La falta de sueño y el estrés mental también pueden afectar el funcionamiento de su sistema inmunológico.
Si combinamos estos factores con un ataque de intoxicación alimentaria, los resultados tienen el potencial de ser devastadores. Aunque los síntomas a menudo se limitan al estómago y los intestinos, también pueden presentarse complicaciones neurológicas, inmunológicas y ginecológicas graves.
En el mejor de los casos, las infecciones gastrointestinales pueden ser molestas y debilitantes, que se traducen en la pérdida de algunos días de entrenamiento. En el peor de los casos, las infecciones en eventos deportivos pueden tener un efecto significativo en el desempeño de equipos completos. En el verano de 2017, por ejemplo, los titulares hablaron de competidores que sufrieron intoxicación alimentaria en el Campeonato Mundial de Atletismo, y algunos se vieron obligados a retirarse de la competición.
Pero, si los atletas están tan enfocados en lo que están poniendo en sus cuerpos, ¿por qué las enfermedades transmitidas por los alimentos son un problema?
Formación en cocina
Durante los eventos deportivos, la alimentación se gestiona cuidadosamente para garantizar la nutrición y la salud de todos los participantes. En la villa olímpica de Pyeongchang en Corea del Sur, los funcionarios declararon que la seguridad alimentaria sería de “máxima importancia” antes de los juegos de invierno de 2018. Tanto es así que había planes para contar con una clínica móvil disponible para proporcionar revisiones inmediatas fuera del comedor.
Pero los atletas no siempre cuentan con este tipo de gestión de catering. Durante las temporadas bajas y el entrenamiento, son responsables de preparar y administrar su propia comida, y algunos confían en especialistas para que los asesoren en nutrición.
Los nutricionistas deportivos son una fuente confiable de información relacionada con los alimentos para los atletas. Pero hemos descubierto que el enfoque tiende a estar en maximizar la nutrición para un entrenamiento y rendimiento óptimos. Las prácticas de seguridad alimentaria se quedan en el camino, a pesar de que la intoxicación alimentaria tiene el potencial de acabar con la carrera de un atleta. Una buena higiene en la cocina es esencial para prevenir enfermedades para todos. Y en los deportes, los investigadores han descubierto que es una parte fundamental de la efectividad del equipo y ayuda a los atletas a evitar enfermedades.
Entrenamiento nutricionista
Tanto los organismos de salud del Reino Unido como de los EE.UU. han identificado la contaminación cruzada, la calefacción insuficiente, el almacenamiento inadecuado en el refrigerador, el lavado de manos deficiente y la limpieza inadecuada de las superficies como los factores más comunes asociados con las infecciones transmitidas por los alimentos.
Pero para los atletas, este es un esfuerzo de equipo, y los compañeros de equipo, entrenadores, funcionarios y proveedores de atención médica deben participar activamente en los esfuerzos para evitar que ocurran estos factores. Aquí los nutricionistas de rendimiento pueden jugar un papel importante que desempeñar en la educación de los atletas sobre la seguridad e higiene alimentaria. ¿Qué opinas?
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