¿Te has hecho alguna vez la pregunta “por qué siempre tengo hambre”? Muchas personas reconocen que tras tomar algunos alimentos no logran sentirse totalmente saciadas. De este modo, entran en una espiral en la que siempre están comiendo o picando cualquier cosa.
Si alguna vez te has encontrado en esta situación, ¡no te preocupes! Hemos investigado para proporcionarte las 7 razones principales que causan esa sensación descontrolada de apetito y te mostramos cómo podemos solventarlo.
Motivos por los que siempre tienes hambre
No comes lo suficiente
La primera razón es que quizá estés comiendo muy poco. Aunque parezca muy obvio, esta situación se da con más frecuencia de la que pensamos y no somos conscientes de ello.
Si llevas un ritmo de vida ajetreado o realizas deporte de alta intensidad, tus necesidades no serán las mismas que las de una persona sedentaria.
Prueba con tomar comidas que cubran tus demandas energéticas y que aporten más nutrientes a tu organismo.
No prestas atención a la hidratación
¿Sabías que a veces la sed se confunde con el hambre? Esto se debe a que el hipotálamo regula tanto la sensación de sed como la de hambre, por ello, puede enviar señales confusas.
Antes de lanzarte a la nevera, prueba a beber unos sorbos de agua. Además, no olvides que lo ideal para mantener una correcta hidratación es evitar llegar a tener sed. Lleva siempre contigo una botella de agua e intenta beber cada 20 minutos aproximadamente.
Estás durmiendo poco y mal
La falta de horas de sueño provoca un mayor apetito, debido a que se reducen los niveles de la hormona leptina, la cual es responsable de suprimir la sensación de hambre.
Recuerda que no solo se trata de dormir 8 horas, sino que el sueño ha de ser de calidad.
Masticas muy rápido
A veces comemos rápido por falta de tiempo. También puede que lo hagamos por costumbre o cuando tenemos mucha hambre.
Intenta controlarte y masticar despacio los alimentos para darte cuenta de cuándo tu estómago está realmente lleno.
Has comido demasiados carbohidratos de noche
Normalmente, tendemos a pensar que una cena copiosa hará que nos levantemos sin ganas de comer. Sin embargo, en algunos casos se produce lo contrario.
Según una teoría, esto se debe a la relación entre el azúcar y la insulina. Los carbohidratos simples aportan altos niveles de azúcar en sangre, lo cual provoca que el páncreas genere insulina y que tengas hambre tras despertar.
Tu dieta no es la correcta
No solo afecta la cantidad de alimentos que ingerimos, sino también los tipos. Puede que no estés llevando una dieta adecuada y que esta sea baja en fibra, proteínas y grasas saludables.
Si sospechas que este es tu caso, lo mejor es que acudas a un profesional de la nutrición para que diseñe un plan perfecto adaptado a tus necesidades. ¡Notarás la diferencia!
Estás aburrido
A veces, cuando estamos en casa aburridos sin saber qué hacer tendemos a comer algo. En realidad, esto no es hambre sino aburrimiento.
Prueba a hacer algo para distraer tu mente: leer un libro, quedar con los amigos, salir a caminar… Seguro que esa falsa sensación de apetito desaparece.
Estos son los principales motivos que pueden dar respuesta a tu pregunta de “por qué siempre tengo hambre”. Recuerda analizar si te encuentras en algunas de estas situaciones y, si lo crees conveniente, consulta con un profesional.
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