No todo es dieta para bajar de peso, también influye tu estilo de vida y tu condición mental. Asimismo, cabe recordar que no existe la mejor dieta para bajar de peso y que la misma funcione para todo el mundo. Pero sí hay cuestiones a tener en cuenta para que la dieta sea un éxito. Aquí te ofrecemos unas recomendaciones:
Sé positivo
Siempre hay que pensar de forma positiva. Los mensajes constantes y repetidos se convierten en verdad en nuestras mentes. Por eso, las afirmaciones positivas funcionan.
Por ejemplo, cuando te despiertas cada mañana piensa en algo que te motive, verás cómo vale la pena el esfuerzo y te sentirás más optimista. Si, por el contrario, te dices a ti mismo que no vales la pena o que no puedes hacerlo, ya tienes una mentalidad de fracaso y probablemente sabotearás cualquier objetivo que te propongas.
Explora los recursos disponibles
Los consejos de dietistas y nutricionistas pueden marcar una gran diferencia para entender qué funciona mejor. Muchas dietas y planes para bajar de peso prometen reducciones significativas de peso en cuestión de semanas y requieren cambios extremos en la dieta y el estilo de vida.
Sin embargo, las personas que pierden peso en incrementos más pequeños (1 a 2 kilos por semana) con cambios sostenibles en su estilo de vida tienden a tener más facilidad para mantener su pérdida de peso a largo plazo. La pérdida de peso puede ser un viaje muy personalizado, por lo que es importante reconocer lo que funciona para cada persona.
Además, de contar con un médico y un dietista, también hay otros recursos que podría incluirse en esa dieta como guías en línea del dietista, consejos del médico, beneficios de bienestar en el trabajo o libros educativos.
Confía en un profesional de la salud mental
Si te resulta difícil tener éxito o si está luchando con problemas emocionales más profundos, habría que considerar acudir a un profesional de la salud mental. Un terapeuta puede ser un confidente, ayudar a abordar los obstáculos que impiden el progreso e identificar formas positivas de cambiar hábitos poco saludables.
Las experiencias pasadas, como la depresión, la ansiedad, el trauma y un entorno estresante, afectan los comportamientos de las personas, incluidos los relacionados con la comida y la elección de alimentos. Obtener el apoyo de un terapeuta puede mejorar estas condiciones y, por lo tanto, mejorar las posibilidades de éxito en la pérdida de peso.
Recompensas y castigos
La comida no es una recompensa y el ejercicio no es un castigo. Ambas son formas de cuidar tu cuerpo y ayudarte a sentirte lo mejor posible. Cuando se logra un objetivo, como, por ejemplo, comer tres piezas de fruta al día, no lo celebres con comida rica en calorías, sino con leer un nuevo libro o un baño caliente.
Toma un respiro
Tomarse unos minutos al comienzo de su entrenamiento, o incluso al comienzo de su día, para reducir la velocidad y simplemente concentrarse en el acto de respirar, puede ayudar a una persona a establecer sus intenciones, conectarse con su cuerpo e incluso reducir la respuesta de estrés del cuerpo.
Di adiós al calendario
Si siempre está buscando la forma más rápida de perder peso, lo mejor es ajustar ese objetivo a algo más realista. Presionar al cuerpo y mente para que en un determinado plazo de tiempo conseguir el objetivo, no suele ser muy productivo. Al contrario, genera frustración y muchos otros sentimientos negativos.
No a los pensamientos “problemáticos”
Los pensamientos inútiles son muy comunes, pero pueden mantener atascada a una persona e inhibirla de mantener cambios a largo plazo. Por eso ese importante comenzar a evaluar a qué pensamientos se quiere prestar atención. El objetivo es bajar el volumen de aquellos pensamientos que no aportan más que frustración y aumentar el volumen de aquellos pensamientos que acercan a las metas marcadas.
No te subas a la báscula.
Muchas personas asocian la báscula con un momento amargo. Para estas personas es mejor dejar de subirse a la báscula hasta que llegue a un lugar en el que el número en la báscula no defina el seguir a dieta.
La pérdida de peso se ha de enfocar más en la mejora del estado de ánimo, un mejor movimiento funcional, una mayor energía vital o aliviar la incomodidad o el dolor. Este tipo de mejoras también sirven para realizar un seguimiento del progreso de una persona, sin que esta se suba a la báscula y que no se sienta presionado a perder peso.
Por último, no hay que olvidar que la comida es comida. No hay que pensar que uno es mala persona o que ha fracasado si de vez si te comes un pastel o trozo de tarta de cuando en cuando. Hacer concesiones puede ayudar a facilitar su viaje hacia la pérdida de peso sostenible. Eso sí, siempre y cuando se propongan metas realistas.
Si quieres especializarte en Nutrición Deportiva, esta es la formación online en deporte que estabas buscando.
Si te ha parecido interesante este post y quieres ampliar conocimientos o promocionar en tu profesión te animamos a leer otros post sobre entrenamiento personal en nuestro blog.
Recuerda que en EFAD ofrecemos una formación específica en Dirección y Gestión del Deporte, Entrenamiento y Fitness y Nutrición Deportiva, puedes consultar toda nuestra oferta formativa en nuestra web: www.efadeporte.com
1 Comment
Gabby
28 febrero, 2024 at 12:51 amsuper interesante, creo que estas recomendaciones son muy acertadas!